Continuamos con los post de mi viaje a Japón.
En todo el mundo hay flores de primavera y árboles que florean en esta época, por mencionar algo, en México puedo recordar tres: El framboyan y el guayacan del sur (yo soy de Tabasco) y las Jacarandas con sus flores moradas que florean en el DF durante la primavera. El guayacán con sus flores amarillas lo he visto incluso en Guadalajara (que no es el sur).
Yo, que crecí en una ciudad llena de verdor y una tradición de saber de plantas, se me hizo curioso que en el DF buena parte de su población no tenga idea que ese árbol que todos los años llena las calles de flores moradas y engalana las calles se llamara Jacaranda.
Todo esto lo menciono para poder hablar del Hanami que se traduce como la observación de los cerezos en Japón.
Cerezo en el Jardín del Emperador en Tokyo
Hay dos épocas que todos las páginas de turismo y de Japón recomiendan para visitar al pais, una es el Hanami en primavera y otro el otoño, cuya belleza no se pone a discusión, no he ido en otoño, pero las fotos en Japón son expectaculares.
En Japón el asunto del Hanami es cosa seria. Se nota cuanto los venera la gente, donde sea que llegase que hubiera cerezos, en cada árbol (sobre todo los que en ese momento estuvieran en su punto mas floreado) se podía encontrar a varios japoneses tomandoles fotos con sus teléfonos a un detalle de las flores o posando junto al árbol.
En Japón el asunto del Hanami es cosa seria. Se nota cuanto los venera la gente, donde sea que llegase que hubiera cerezos, en cada árbol (sobre todo los que en ese momento estuvieran en su punto mas floreado) se podía encontrar a varios japoneses tomandoles fotos con sus teléfonos a un detalle de las flores o posando junto al árbol.
Cada año florean por una semana máximo (cada árbol) y luego comienzan a caer los delicados pétalos (de los cuales me traje varios) en una lluvia de rosas pálidos hasta blancos, dependiendo del cerezo.
Debido a que fue un año particularmente frío y lluvioso en Japón, los cerezos se atrasaron lo suficiente para que viera un poco en Tokyo, otro tanto mas en Kyoto, pero sobre todo, cuando el viaje se movió hacia el norte, en Takayama, por todas parte se podían ver cerezos, pero de eso hablo mas adelante.
Hay diferentes tipos de cerezos, los clásicos de cinco hojas que tanto salen en los ánimes y las películas, pero también los hay de multiples pétalos, de distintos tonos de rosas y los blancos.
La visión es impresionante. Y se entiende también porque los japoneses los idolatran tanto, dedicándoles poemas y úsandolos como fuente de inspiración de lo efímero que es la belleza. Me traje varios pétalos, aparte de terriblemente delicados, no conservan su color, se vuelven mas oscuros, pero aún así, los valoro.
Cerezos blancos (click para agrandar la foto)
Para mi, ver los cerezos fue un sueño hecho realidad. Una de las razones principales para visitar Japón en primavera, y casi no se me cumple, pero un poco de ayuda del cambio climático y suerte y pude verlos aunque el viaje se tuviera que atrasar un par de semanas.
En mi país hay miles de flores, y árboles de singular belleza, pero hay algo místico en los cerezos, tal vez es precisamente que duran tan poco, la gente aprovecha para tomarse fotos, hacer picnics debajo de ellos (habiendo gente que incluso aparta su lugar por semanas en cuanto los brotes comienzan a crecer en el árbol después del invierno). Los estudiantes, las parejas, los visitantes o cualquiera con una buena excusa van en primavera a los templos o a los parques, sólo hay que escoger tu cerezo favorito y tomarte una foto para la posteridad, como en la siguiente foto que tomé en Kyoto en un templo:
Es tanto el amor por los cerezos que incluso tienen su propia página donde se van monitoreando como crecen, donde han salido brotes, donde ya empezo a florecer, fechas probables y cuando empiezan a caer. Esta página me sirvió mucho para ir siguiendo el desarrollo de los cerezos, incluye fotos e incluso guías de cada tipo de cerezos, está en inglés, pero no es muy díficil de entender, porque tiene imágenes con los cerezos y un práctico calendario con figuras que se abre cuando comienza la temporada y desaparece cuando ya no hay flores.
La temporadad de cerezo comienza de sur a norte, entre mas al sur, mas pronto abren los cerezos, siendo la última la isla de Hokkaidō al norte. Afortunadamente uno de mis últimos destinos fue un pueblito muy pintoresco llamado Takayama (que todos deberían visitar), lo suficientemente al norte para que los cerezos estuvieran en flor y en todo su esplendor.
Al ser un lugar tan pequeño, con un rio que lo atraviesa, no es raro ver tanto turistas (que son los menos) como residentes, ir al Hanami durante la noche, cuando hasta aproximadamente las 10 de la noche (para no incomodar a los vecinos) el río junto al barrio de las viejas tiendas de sake y las casas del periodo Edo conservadas en perfecto estado, se ilumina y junto a ellos, los cerezos que bordean el pequeño cuerpo de agua:
La temporadad de cerezo comienza de sur a norte, entre mas al sur, mas pronto abren los cerezos, siendo la última la isla de Hokkaidō al norte. Afortunadamente uno de mis últimos destinos fue un pueblito muy pintoresco llamado Takayama (que todos deberían visitar), lo suficientemente al norte para que los cerezos estuvieran en flor y en todo su esplendor.
Al ser un lugar tan pequeño, con un rio que lo atraviesa, no es raro ver tanto turistas (que son los menos) como residentes, ir al Hanami durante la noche, cuando hasta aproximadamente las 10 de la noche (para no incomodar a los vecinos) el río junto al barrio de las viejas tiendas de sake y las casas del periodo Edo conservadas en perfecto estado, se ilumina y junto a ellos, los cerezos que bordean el pequeño cuerpo de agua:
Japón en primavera es mágico, el clima es agradable, en teoría no llueve mucho (aunque a mi me toco un año anormalmente húmedo) y se puede observar a los japoneses en uno de sus mas curiosas costumbres, observar los cerezos, que junto con los árboles típicos del lugar, crean un ambiente inigualablemente mágico.