Desquitando la cuenta de Internet platicando con el compañero Abracadabra recordé algo que siempre odié de mi infancia: presentarme (irónico que este post sirva precisamente para eso)
Sip, la sencilla y fácil tarea de ponerse de pie y decir tu nombre, que te gusta, que no te gusta, como te gusta que te digan, aficiones, sueños, bla, bla, bla. Eso lo hace uno con relativa paciencia en primaria, cuando uno de tus fines en la vida es iniciar relaciones humanas que no valdrán para nada porque sinceramente ¿Cuántos se acuerdan o siguen teniendo amigos de primaria? Yo no. Aunque hay muchos casos, mi hermano uno de ellos. Pero era horrible cuando uno llegaba a un nuevo salón un nuevo curso y toooooodos tenían que repetir su nombre y bla bla bla, aunque también ayudaba a perder el tiempo.
En secundaria y prepa la vida mejoró, la mayoría de los profesores les importaba poco quien fueras, pasaban lista, eso bastaba para conocerte. A menos que el idiota en cuestión tuviera weba de dar clase (cosa que nunca se despreciaba) o estuviéramos en clase de psicología, donde, para el archivo, era importante para el profesor conocer tus miedos o cuanto odiabas presentarte cuando todos ya te conocían (o eras tan invisible que olvidaran tu nombre) y así llegar a la conclusión de que eras tímido e introvertido obligándote a seguir relacionándote con las chicas con cerebro de pasa que solo pensaban en Mercurio (decir el nombre me da hasta roña) y en maquillarse y en quien le iba a tirar el calzón al conserje para jugar con él en un intento de parecer “sepsis” y afianzar que ya eran mujeres hechas y derechas y podían tener a quien quisieran con su estúpido maquillaje comprado en la tiendita mas recóndita y que se ponía verde después de un rato (si, alguien me lo regaló alguna vez). Duh! Eso ya lo sabía, gracias y no gracias, a mi me gusta juntarme con personas sarcásticas, que entiendan mis indirectas y que no tengan el alcance cerebral de una bacteria.
En Universidad fue el mismo caso, pero dado que la gente ya era mas o menos del mismo nivel (económico digo, no mi caso por supuesto) pues ya todos en general odiaban presentarse, eso era un alivio, y todos tenían tus mismos intereses (sino que chingados hacían en QFB? Probar un punto?? Podían escoger cualquier otra carrera menos cabrona), por lo cual la idea de presentarse era ilógica y solo servía para perder mas el tiempo. Juro que yo sabía perfectamente el sueño de todos mis compañeros y como iba mutando a través de los tiempos de la universidad de tantas veces que lo repetimos.
Salí de la época de estudiante, de verdad deseaba ya no volver a pasar por esa estupidez solo necesaria para niños o maestros queriendo perder el tiempo pero NOOOOOOOOOO.
Claro, entre al trabajo, al curso ¿y que es lo primero que te piden? ¡Que te presentes! Con las mismas preguntas IDIOTAS de tu infancia y algunos agregados laborales. Claro que uno, queriendo mantener la chamba y tener algo para tragar porque no puede vivir de papi como muchas otras personas, tiene que contestar todo cute, hermoso, glamoroso, inocente, decidido y con el espíritu “amo a mi empresa” impregnado en cada palabra, pero mi mente pensaba otra cosa al hablar, seguro dándome la apariencia de una lunática psicópata, pero es que mi mente irónica y sarcástica jamás puede ser detenida, así que aquí va un extracto de cómo fueron las respuestas en mi mente, las que dije, bueno, todos alguna vez lo habrán dicho:
Me llamo: Me gusta que me llamen Umbra, mi nombre completo, a veces diminutivos, depende de si ya te ganaste mi confianza, si no, pues despídete de algún miembro importante de tu cuerpo.
Me gusta: Reírme como maniaca, el vino, decir idioteces, hablar, el dinero, el poder, Internet, dormir, no trabajar y perder el tiempo, ah! Como amo perder el tiempo. También que me dejen en paz en mi pequeño mundo subnormal.
No me gusta: Estas estúpidas preguntas, estoy aquí para trabajar no para hacer amigos de sociedad. Detesto el pescado, que agreguen el diminutivo “ita” a mi nombre, perder mi tiempo en estúpidas actividades grupales, socializar, que alguien me interrumpa en mis etapas autistas (AMO cuando estoy introspectiva y mi propio silencio, no me interrumpas o mis niveles de asesino psicópata en masa aumentan peligrosamente)
Sueños: ¿Qué les importa? No les voy a decir, tengo muchos sueños pero son míos y soy muy egoísta.
Habilidades: Para ponerme en ridículo con una amplia variedad de situaciones increíbles, estar en Internet y parecer que trabajo, matar con la mirada, criticar, reírme de mi misma y de los demás.
Que esperas que te de esta empresa: Dinero ¿Qué no es obvio? Por que mas podría estar trabajando? Amor al arte? En parte, si, si no, no hubiese estudiado esto pero estoy aquí por el dinero, es mi motor. Ah, y por experiencia, porque en un año puedo ir a cualquier otro puto lado donde me paguen el triple de la miseria que pagan aquí y además con la mitad del trabajo.
Que le ofreces a la empresa: un esclavo de tiempo completo por un año, un idiota sin experiencia que trabaje por prácticamente nada a base de gritos, regaños y fraudes, pero ¿y que? Necesito el dinero y la experiencia, en un año van y se meten a su trabajo por donde les quepa.
Claro, yo no dije eso nunca, pero lo pensé, y se leía en mis ojos… espero que mi jefa no lea la mente y eso explicaría porque tarde tanto en subir de puesto.
18 agosto, 2007
De Presentaciones y Otras Cosas
Publicado por
Umbra
en
12:46
Enviar por correo electrónico
Escribe un blog
Compartir en X
Compartir con Facebook
Etiquetas:
Tonteria y media
2 comentarios:
Definitivamente, me veo reflejada en ti en unos años... jajaja
(Estoy empezando a leer tu blog. Por lo que me ha dado por leer las primeras entradas).
Jajaja gracias! Creo jajajaja
Bienvenida
Publicar un comentario