Tengo una amiga llamada Verónica que ahora ya es médico. La conocí en secundaria, dio la casualidad que compartimos salón durante ésta y luego en la prepa, pero ese no es el punto, el caso es que cada uno de las chicas del grupito teníamos curiosas frases que repetíamos una y otra vez y nos describían de maneras únicas; la de Vero era "vayámonos al caso mas extremo", no importaba la frase o situación, nos salía con la cosa mas extrema de ese evento.
Todo esto me vino a la memoria por algo que acabo de comprar. Dada la cantidad increíble de chucherías que suelo llevar en mi cartera cuando salgo de viaje (inclúyase miles de tarjetas de puntos de todos los hoteles, por muy pinchurrescos que sean) mi antigua cartera (x, normal, sin dibujitos ni nada cuyo único pecado era ser rosa, pero no encontre de otro color y que cumpliera todos los demás puntos que yo quería en una cartera) sucumbió. Mi madre, viendo el esperpento de tela que yo llamaba cartera (se le salían las monedas, se habían roto las bolsitas, y se había pelado totalmente) me convenció en comprar otra mas "adoc" a mi vida empresarial (jaja) así que terminé comprando una cartera grande, negra (para que por lo menos eso lo escogiera yo) y llena de miles y miles de compartimentos (e imposible de ocultar en un pantalón de mezclilla y menos en los holgados que suelo usar). Total que terminé mudando todas mis pertenencias a este.
Total que, el otro día salí con el compañero Ahriman y la Abrilation y decidí sacar mi cartera para pagar, dando como resultado que la susodicha se burló hasta la saciedad de mi "cartera de señora" me sentí vieja, y casi casi con 48 años, 5 hijos, estrías de embarazada, las bubis caídas hasta el ombligo y usando los trajes de mujer adulta que suelo evadir como la peste en la oficina.
¡Por ende tenía que buscar otra cartera! Una que no gritara a los cuatro vientos: ¡La edad te alcanza! Y la revelación llegó un día saliendo a vagar con mi amiga imaginaria (que en realidad existe pero dos personas en particular tendían a decir que la inventaba). PERO, volviendo a la frase histórica de la Vero... Me fuí al caso mas extremo: me compré mi cartera azul con un unicornio (también azul) bien caricaturesco estampado en el frente. Pssss que? me gustan los unicornios, vivan con ello. Solo que de tener cartera de señora ahora tengo cartera de niña de 12 años.
02 febrero, 2008
Vámonos al caso mas Extremo
Publicado por
Umbra
en
18:17
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Etiquetas:
Crónicas umbrescas
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