De Palabras y Silencios

Lo voy a escribir, no tenía intención de hacerlo, pero si no lo saco me va a dar algo. Porque ya me di cuenta que es lo que hago toda mi vida, guardarme lo que siento y pienso muy pero muy en el subconsciente.

Así que este es un post para decir (disculpe usted si ofende opiniones sensibles) de ESTOY HASTA LOS PUTOS HUEVOS (y eso que no tengo).

En eventos que no voy a relatar en este espacio porque no tiene el más mínimo caso para lo que importa la verdad, ni que fuera la primera vez que pasa o la primera vez que publico algo similar.

Pero el problema no es ese, el problema no es el rostro que uno presenta después de eso, ni que sonría con alegría, o que siga su día con normalidad, que todo parezca que pasó, que el mundo siga girando y nadie mas se acuerde.

El problema es de lo que yo recuerdo…

Sacar esqueletos del armario de manera inconsciente, sin importar que tanto se luche desespera. Porque la noche, la eterna amiga, también se vuelve enemiga y te enfrenta a tus viejos fantasmas; la oscuridad que tanto cobija uno, se vuelve en tu contra y hace que tus pensamientos se desvíen a terrenos peligrosos.

Y terminas bajo el chorro de la regadera mirando el azulejo color crema hasta que el agua se vuelve completamente fría, con la mirada fija y vacía, lejos muy lejos. Con el rostro bajo el chorro de agua para que el agua que cae se confunda, y con los ojos picando, pero ya no salen mas lágrimas, ya se agotaron hace muchos años, pero el fantasma de la sensación sigue ahí; y con el nudo en la garganta, el ardor del grito por salir y cuando tratas de lanzarlo solo sale un sonido ahogado que ni siquiera reconoces como tu voz… porque también hace mucho que eres incapaz de gritar. Porque nunca se te permitió, ni te permitiste, gritar. Y cuando te vienes a dar cuenta el agua cae fría y no te has movido del mismo lugar por horas.

En realidad eso no es lo que me molesta, ni siquiera el evento en sí. Es más bien el volver a comprobar que uno no renace de sus cenizas. Que una vez que el alma se parte en mil pedazos en realidad es imposible repararla, se trata, con esmero se van pegando las piezas, se trata de que embonen, que los filos se limen.

Porque las sonrisas nunca vuelven a ser las mismas, el mundo a tu alrededor no vuelve a ser el mismo, la percepción de la realidad no vuelve a ser la misma, uno no vuelve a ser el mismo. Es como un espejo reparado, tal vez de lejos se vea completo, pero si uno se acerca, se pueden apreciar las líneas entre las piezas, como la imagen se distorsiona.

Ya no hay mas lágrimas, ya no hay mas gritos desesperados, pero tampoco está la misma persona, hay un antes y un después y cuando algo vuelve a abrir la puerta bajo llave, se viene el aluvión encima. La figura se vuelve vacía, mirando hacia el infinito con mirada perdida, con la mente en blanco y reviviendo el pasado con una calma que hasta atemoriza. Porque con el tiempo se comprende que se vuelve parte de uno, que uno perdió algo importante que nunca recuperó, la pieza perdida para siempre, y por ese hueco se filtran mil cosas más.

Ya no se siente frío, ni calor, ni alegría, ni tristeza, sólo esta ese increíble vacío, la impotencia de no poder gritar al cielo, de la cruda aceptación, de la cruel ironía de ser incapaz de sentirse mal por el pasado, de tratar de aferrarse a algo que ya no es tu misma imagen, que eres y no eres tú.

Y cuando vienes a ver… han pasado las horas y sigues mirando mas allá de la pared, con la mente en blanco, con simples imágenes que tu cabeza transmite en una baja frecuencia, imágenes distorsionadas… ya no hay sentimientos, ya no hay colores ni olores, sólo la mala señal de un programa muy viejo que caló en lo mas profundo de los trozos de tu alma y que se volvió parte de ti.

Y te odias por ello… pero no puedes hacer nada al respecto y vuelves a presentarte sonriendo y llevando tu sombra contigo, porque ella también eres tú.

Y terminas riendo en lugar de gritar...


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Respuesta editada al post anterior: Sí, ya se, supéralo, eres una pinche exagerada, seguro son tus putas hormonas, ay como si fuera para tanto, es tu pinche culpa por parecer la víctima perfecta, ya en serio deja de decir mamadas y vete a un psicólogo, y la puta que lo parió. YA SE... ya se...

Pero es más fácil decirlo que hacerlo.