Clases de Etiqueta

Primero que nada: He descubierto que, efectivamente, actualizo mas este blog si estoy en una oficina.

Ahora si a lo que le cruje a chencha. Resulta que ayer me enteré que la señora donde rento da clases de etiqueta en la mesa, sí, así con un chincgo de caché y como poner la mesa, las copas, los cubiertos, como servir el vino, recibir invitados, como ponerte la servilleta (que contrario a la creencia popular, no va como babero), casi casi como reirte educadamente y sin compromisos de un chiste pendejo.

Wow...

Cabe señalar que la siguiente imagen refleja como se comporta su servidora en una cena de gala:



Para ser muy sinceros no se nada de cenas de gala porque no se... nunca he ido a una. Situación económica familiar y todo eso, desde que vivo aquí he comenzado a pescar algunas cosillas aquí y allí pero todavía para mi todas las pinches copas se me hacen iguales (bueno... ya distingo la del agua) y los malditos tenedores alineados me causan pesadillas en las noches, ya ni hablar de tomar lo que hay en la mesa, yo simplemente uso mis manos para demostrar que soy descendiente de la primera sociedad sedentaria de mesoamérica pero que simplemente no avanzamos de ahí.

Así que si estoy en una mesa con un chingo de madrecitas usadas para comer a mi vista yo solo sigo el patrón: Mono Ve, Mono Hace, mientras trato de no hablar y soltar un accidental tatanka cuando alguien me pregunta algo.

Le voy a decir que me de unas clasesitas, pero que primero asegure su vajilla o ponga la de plástico Mi Alegría porque me da por saltar en la silla y golpear la mesa con mi garrote en clara actitud de alegría.