Y como por arte de magia.
Hacía mucho que no escribía porque en realidad no sentía que tuviera nada de que escribir. Han pasado tantas cosas este año y a la vez tan pocas.
Mi pequeño gato ya no es tan pequeño, es un monstruo grande y peludo del que ya no me puedo separar sin preocuparme, ahora tiene una hermana blanca y corriente como la luz, pero sumamente cariñosa jaja y que ha destruído toda la decoración de mi baño.
Tuve otra de mis crisis muy fuertes y esta vez creo que hasta a mi me espantó lo lejos que llegó, si no fuera por mi gato y su habilidad de sentir cuando necesito que me haga piojito no se que hubiera pasado. Y lo peor? Me he vuelto endiabladamente buena para que nadie se de cuenta.
Hablando de eso, es como si simplemente ya me hubiera casado con una idea de mi futuro, no tiene caso preocuparme por cosas fuera de mi control y que no tienen salida. Eso deja un sabor dulce y agrio a la vez, cierta paz acompañada de una ácida melancolía.
Otro año pasó y ni me di cuenta, arme muchos planes, deshice otros, y me estoy preparando para el próximo gran viaje puesto que desde Europa no he salido a ningún lado.
Hoy iré a mi primer concierto de miles de personas, mi agarofobia me lo había impedido, pero veremos que pasa.
Ah, y la estela de luz se ve desde mi oficina y sigue creciedo
Hacía mucho que no escribía porque en realidad no sentía que tuviera nada de que escribir. Han pasado tantas cosas este año y a la vez tan pocas.
Mi pequeño gato ya no es tan pequeño, es un monstruo grande y peludo del que ya no me puedo separar sin preocuparme, ahora tiene una hermana blanca y corriente como la luz, pero sumamente cariñosa jaja y que ha destruído toda la decoración de mi baño.
Tuve otra de mis crisis muy fuertes y esta vez creo que hasta a mi me espantó lo lejos que llegó, si no fuera por mi gato y su habilidad de sentir cuando necesito que me haga piojito no se que hubiera pasado. Y lo peor? Me he vuelto endiabladamente buena para que nadie se de cuenta.
Hablando de eso, es como si simplemente ya me hubiera casado con una idea de mi futuro, no tiene caso preocuparme por cosas fuera de mi control y que no tienen salida. Eso deja un sabor dulce y agrio a la vez, cierta paz acompañada de una ácida melancolía.
Otro año pasó y ni me di cuenta, arme muchos planes, deshice otros, y me estoy preparando para el próximo gran viaje puesto que desde Europa no he salido a ningún lado.
Hoy iré a mi primer concierto de miles de personas, mi agarofobia me lo había impedido, pero veremos que pasa.
Ah, y la estela de luz se ve desde mi oficina y sigue creciedo
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