La opresión en el pecho me esta matando, por así decirlo.
Por mas que lucho mi subconsciente se las ingenia para liberarse de nuevo y atacar, he notado que en últimas fechas he estado particularmente enojada, triste y sumamente apática, en inicio correctamente atribuido a mis nuevas obligaciones de niño vietnamita (a.k.a. dama de la novia) que sinceramente no es mi hit ni nunca lo ha sido.
Pero hace poco caí en cuenta que otra vez se acerca la fecha.
No se porqué me empeñó en recordarla, ni siquiera es que lo haga adrede, es simplemente mi subconsciente que me arma malas jugadas. Hoy casi grito cuando pasó un corredor a mi lado en su inofensiva rutina diaria y se que entre mas cerca este, mas me costará salir de casa.
Después del fiasco del año pasado en que me derrumbé en medio de la jornada laboral y me tuve que inventar una jaqueca para evitar terminar con mi caja de kleenex, este año prefiero quedarme en casa. Aparte que por ser "feriado" en mi oficina todo mundo pasa a felicitarte...
Tengo sentimientos encontrados, por un lado soy un brillante cascabel puesto que mi viaje se acerca, por el otro, esa opresión en el pecho me mata poco a poco, día con día...
Y por mas que trato, me sigue torturando.
Muchos cambios se han hecho, he aceptado muchas cosas, he dejado de culparme por todas, me he perdonado por lo que no debía y hasta le he encontrado el lado positivo (no, en serio). Sin embargo mi mente no puede evitar los mecanismos de defensa en cuanto las fechas se acercan, como un botón de pánico en piloto automático.
Quiero gritar a los cuatro vientos, quiero ese día no estar sola como la primera vez y a la vez quiero que nadie me vea.
Y esta opresión en el pecho no cesa.
28 febrero, 2012
Once upon a time
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Umbra
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21 febrero, 2012
Adivinen a donde me voy en abril?
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Umbra
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Mi nirvana personal,
Que me guste viajar tanto es la prueba innequívoca de que tengo serios problemas mentales,
Sabía que partirme la madre estudiando tendría algún dia sus frutos,
Viajes
Ese pequeño rinconcito que es tanto mío como que no lo es
Con la explosión de las redes sociales y de que la gente tiene una excusa perfecta para vigilar tu vida y criticarte, cada día se hace un poco mas complicado ser uno mismo.
Facebook siempre se me ha hecho aburrido, aunque mi familia paterna adora investigar de mi vida ahí y luego criticarme o sacar comentarios mordaces como que a mis 28 años ya soy una quedada porque ellos crecieron en un rancho donde a los 21 te casas.
O twitter, donde contrario a lo que intente, ahora me sigue mas gente de la que quisiera que me conociera. Aunque aún así sigue siendo mi mejor opción para despotricar de ciertas cosas.
Incluso este humilde blog abandonado se ha vuelto a veces un poco complicado de escribir por varias razones, la principal, que mucha gente lo conoce (aunque no en el trabajo, lo cual es muy bueno, puesto que si soy muy cuidadosa con ello).
Ahora que ha pasado el boom de los blogs, me siento un poco mas segura de escribir de nuevo en él, pero no mucho, no como antes, no como me gustaría. Es cierto, tengo otras ventanas donde hablo de otras cosas mas serias y profundas, pedacitos de luz que nadie conoce, y que obvio no se llama "Umbra.com" o cosas asi, lugares donde la situación es totalmente diferente, pero donde rara vez me aparezco pero que sigue siendo prueba innequivoca de varias facetas de una misma personalidad.
Dicho esto y considerando el montón de trabajo que tengo y que por alguna razón me obliga a andar de osciosa en la oficina (cual si fuera mi obligación o mi muy ridícula manera de ser disque rebelde...), hoy ando como que medio inspirada para escribir en mi viejo y abandonado blog.
Pero despotricaré en otro post, porque ese si se puede evitar si se desea mientras trato de recuperar este pequeño rinconcito que nunca ha sido otra cosa mas que una crónica no oficial de varias partes de mi vida.
Facebook siempre se me ha hecho aburrido, aunque mi familia paterna adora investigar de mi vida ahí y luego criticarme o sacar comentarios mordaces como que a mis 28 años ya soy una quedada porque ellos crecieron en un rancho donde a los 21 te casas.
O twitter, donde contrario a lo que intente, ahora me sigue mas gente de la que quisiera que me conociera. Aunque aún así sigue siendo mi mejor opción para despotricar de ciertas cosas.
Incluso este humilde blog abandonado se ha vuelto a veces un poco complicado de escribir por varias razones, la principal, que mucha gente lo conoce (aunque no en el trabajo, lo cual es muy bueno, puesto que si soy muy cuidadosa con ello).
Ahora que ha pasado el boom de los blogs, me siento un poco mas segura de escribir de nuevo en él, pero no mucho, no como antes, no como me gustaría. Es cierto, tengo otras ventanas donde hablo de otras cosas mas serias y profundas, pedacitos de luz que nadie conoce, y que obvio no se llama "Umbra.com" o cosas asi, lugares donde la situación es totalmente diferente, pero donde rara vez me aparezco pero que sigue siendo prueba innequivoca de varias facetas de una misma personalidad.
Dicho esto y considerando el montón de trabajo que tengo y que por alguna razón me obliga a andar de osciosa en la oficina (cual si fuera mi obligación o mi muy ridícula manera de ser disque rebelde...), hoy ando como que medio inspirada para escribir en mi viejo y abandonado blog.
Pero despotricaré en otro post, porque ese si se puede evitar si se desea mientras trato de recuperar este pequeño rinconcito que nunca ha sido otra cosa mas que una crónica no oficial de varias partes de mi vida.
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Crónicas umbrescas
Hiatus
Ayer soñé que escribía un largo y tendido post acerca de mi existencia actual y otras cosas de parecido y profundo talante.
Evidentemente no me acuerdo de nada.
Evidentemente no me acuerdo de nada.
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Umbra
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