Resulta que fui el primer amor de un niño llamado Elmer (sí, así como lo oyen, ese nombre existe en Villahermosa), él no fue mi primer amor, como que el asunto sólo se dio de un lado.
Estábamos en primero de primaria en mi escuela con “Áreas verdes” (paréntesis cultural, en realidad ante la presión de los papás que estaban hasta el queque de que sus hijos llegaran con las rodillas raspadas porque el patio era de concreto rugoso habiendo tanta pinche selva en Tabasco, decidió pintar el patio de 6 x 20 m de color verde pistache para que no lo siguieran jodiendo con que no había “áreas verdes”), volviendo al relato, yo no se porque le gustaba yo tanto a ese niño, era medio gordito, rubio y de ojo claro, pero yo, como buen miembro del género femenino, ni lo pelaba, era muy bruto y yo era “oh señora todo poderosa del cuadro de honor” así que no lo pelaba en lo más mínimo. Además, evidentemente, yo estaba enamorada de un niño que ni me hacía caso, morenito y que yo “oh amaba su intelecto”, las pendejadas clásicas, que bueno que punta de madrazos me quité esa mala maña.
Total que resulta que desde muy pequeña Madame era una bitch con todas las letras, en mayúsculas y hasta con negritas, a ese pobre niño solo le faltó ponerse de cabeza, pero entre mas lo rechazaba, mas se encaprichaba conmigo (evidentemente yo era una adorable niña de cabello castaño corto, facciones sin marcas, melodiosa voz, inteligente mirada y la sabelotodo del salón, nada que ver con como soy ahorita, hasta era bonita jaja).
Recuerdo que teníamos prohibido quedarnos en el salón durante el recreo, no se porque rayos, pero no se podía. Y recuerdo que Elmer y otro niño entraron al salón para prepararme una sorpresa, la “sorpresa” eran letreritos en hojas de cuaderno que decían “Te amo” “¿Quieres ser mi novia” y “Te quiero mucho” que comenzaron a pasar por la ventana mientras yo caminaba. A las féminas en general tal detalle les hubiera parecido adorable, pero yo no soy una fémina en general.
¿El lector astuto adivina que hice? Exacto, soy una Hija de Puta (sin ofender a mi santa madre, hablo de mi otra madre que es una hija de puta) como el niño me caía mal porque no me dejaba ni respirar, me fui con la maestra lo acusé para que ahora si se quedara en el salón con gusto castigado. Sip, era una perra.
Si creen que por eso se desalentó y dejó de insistirme están muuuuuy equivocados. Creo que se encaprichó mas, “esta no se me va viva”. Para ese momento TODA la escuela de como 200 alumnos en los 6 años sabían de nuestra trágica historia de amor. Mi “suegra” sabía de nuestra historia de amor.
En segundo año Elmer redobló esfuerzos, finalmente era un año mas maduro y seguro me convencería. No lo logró, yo me movía por intelecto y después de que una de tus “compañeritas-amigas-perras” de primaria soltara que me gustaba otro niño a todo el salón para mi vergüenza absoluta, yo no quería saber nada de los niños.
Un día fue el acabose, o algo parecido. Mi papá siempre llegaba tarde por mi (si por sí salía 2 50 pm y el llegaba como 3 30 pm) y recuerdo que la mamá de Elmer siempre llegaba temprano por él. En eso, estamos saliendo del salón de 2do B y ahi esta la mamá de Elmer con una docena de rosas en un ramo que era mas grande que yo. Y yo quería que la tierra me tragara.
Ahora me doy topes contra la pared, pero en ese momento no supe que hacer, tenía yo 7 años y creía en la cigüeña (si, neto), yo era inocente y las flores solo se las daban los adultos en las novelas que mi mamá veía (casi casi eran una proposición de boda e hijos, ¡¿yo casada a los 7?!). Sólo pude decir gracias. Tampoco decía groserías en ese entonces así que no le menté la madre a nadie. Medio recuerdo que si me preguntaron si quería ser su novia o no (a través de la mamá), pero igual rechacé al niño.
Claro, me quedé con el ramo, muchas gracias.
Lo maaaas chistoso fue que llegué a mi casa, subí los tres pisos con mi ramo que era mas grande que yo y cuando mi mamá abrió la puerta me gritó bien emocionada “¡¡Aaaay!! ¡¿Tu papá me las mandó?!” (jeje... ilusa) y yo con todo el porte y gracia de una futura hembra alfa le dije “No. Son mías” y me las llevé toda posesiva y altiva.
Mi mamá todavía se ríe de su error. Mientras me reclama de que todavía no tiene nietos.
Elmer dejo la escuela el siguiente año porque su papá se quedó sin dinero por la crisis y no lo volví a ver. Nadie nunca más me regaló flores, yo pasé mi segundo año siendo golpeada por las niñas malas de la escuela, me volví una solitaria que daba vueltas por el patio como autista y seguí sacándome 10 causando la envidia de todos. Pero esa es otra historia.
Estábamos en primero de primaria en mi escuela con “Áreas verdes” (paréntesis cultural, en realidad ante la presión de los papás que estaban hasta el queque de que sus hijos llegaran con las rodillas raspadas porque el patio era de concreto rugoso habiendo tanta pinche selva en Tabasco, decidió pintar el patio de 6 x 20 m de color verde pistache para que no lo siguieran jodiendo con que no había “áreas verdes”), volviendo al relato, yo no se porque le gustaba yo tanto a ese niño, era medio gordito, rubio y de ojo claro, pero yo, como buen miembro del género femenino, ni lo pelaba, era muy bruto y yo era “oh señora todo poderosa del cuadro de honor” así que no lo pelaba en lo más mínimo. Además, evidentemente, yo estaba enamorada de un niño que ni me hacía caso, morenito y que yo “oh amaba su intelecto”, las pendejadas clásicas, que bueno que punta de madrazos me quité esa mala maña.
Total que resulta que desde muy pequeña Madame era una bitch con todas las letras, en mayúsculas y hasta con negritas, a ese pobre niño solo le faltó ponerse de cabeza, pero entre mas lo rechazaba, mas se encaprichaba conmigo (evidentemente yo era una adorable niña de cabello castaño corto, facciones sin marcas, melodiosa voz, inteligente mirada y la sabelotodo del salón, nada que ver con como soy ahorita, hasta era bonita jaja).
Recuerdo que teníamos prohibido quedarnos en el salón durante el recreo, no se porque rayos, pero no se podía. Y recuerdo que Elmer y otro niño entraron al salón para prepararme una sorpresa, la “sorpresa” eran letreritos en hojas de cuaderno que decían “Te amo” “¿Quieres ser mi novia” y “Te quiero mucho” que comenzaron a pasar por la ventana mientras yo caminaba. A las féminas en general tal detalle les hubiera parecido adorable, pero yo no soy una fémina en general.
¿El lector astuto adivina que hice? Exacto, soy una Hija de Puta (sin ofender a mi santa madre, hablo de mi otra madre que es una hija de puta) como el niño me caía mal porque no me dejaba ni respirar, me fui con la maestra lo acusé para que ahora si se quedara en el salón con gusto castigado. Sip, era una perra.
Si creen que por eso se desalentó y dejó de insistirme están muuuuuy equivocados. Creo que se encaprichó mas, “esta no se me va viva”. Para ese momento TODA la escuela de como 200 alumnos en los 6 años sabían de nuestra trágica historia de amor. Mi “suegra” sabía de nuestra historia de amor.
En segundo año Elmer redobló esfuerzos, finalmente era un año mas maduro y seguro me convencería. No lo logró, yo me movía por intelecto y después de que una de tus “compañeritas-amigas-perras” de primaria soltara que me gustaba otro niño a todo el salón para mi vergüenza absoluta, yo no quería saber nada de los niños.
Un día fue el acabose, o algo parecido. Mi papá siempre llegaba tarde por mi (si por sí salía 2 50 pm y el llegaba como 3 30 pm) y recuerdo que la mamá de Elmer siempre llegaba temprano por él. En eso, estamos saliendo del salón de 2do B y ahi esta la mamá de Elmer con una docena de rosas en un ramo que era mas grande que yo. Y yo quería que la tierra me tragara.
Ahora me doy topes contra la pared, pero en ese momento no supe que hacer, tenía yo 7 años y creía en la cigüeña (si, neto), yo era inocente y las flores solo se las daban los adultos en las novelas que mi mamá veía (casi casi eran una proposición de boda e hijos, ¡¿yo casada a los 7?!). Sólo pude decir gracias. Tampoco decía groserías en ese entonces así que no le menté la madre a nadie. Medio recuerdo que si me preguntaron si quería ser su novia o no (a través de la mamá), pero igual rechacé al niño.
Claro, me quedé con el ramo, muchas gracias.
Lo maaaas chistoso fue que llegué a mi casa, subí los tres pisos con mi ramo que era mas grande que yo y cuando mi mamá abrió la puerta me gritó bien emocionada “¡¡Aaaay!! ¡¿Tu papá me las mandó?!” (jeje... ilusa) y yo con todo el porte y gracia de una futura hembra alfa le dije “No. Son mías” y me las llevé toda posesiva y altiva.
Mi mamá todavía se ríe de su error. Mientras me reclama de que todavía no tiene nietos.
Elmer dejo la escuela el siguiente año porque su papá se quedó sin dinero por la crisis y no lo volví a ver. Nadie nunca más me regaló flores, yo pasé mi segundo año siendo golpeada por las niñas malas de la escuela, me volví una solitaria que daba vueltas por el patio como autista y seguí sacándome 10 causando la envidia de todos. Pero esa es otra historia.
2 comentarios:
Ups!!! casi se dice que soy el "elmer de la historia" jajajaa... que rechingues chorradas digo!!!
de Madrazos te deberias dar por haber mandado a la mierda a alguien a quien le importabas y que seguramente habria cmabiado tu historia...
Ya se sabe que el humano tiene tendencia a espantar a lo que a lo mejor le convenia... Tipico!!
¿eres mejor persona ahora? ¡seguro qeu si!! solamente que no te has dado cuenta... sabes? ya se que soy como el del cuento... y tu me importas... no importa cuanto carajos lo niegues...asi que ...
TQMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM...
y alla en le fondo sabes que tu tambien me amas!! jajaja.. besos linda... y si no fuera por el espantoso numero de millas que nos separan te enviaria flores.... ( orquideas, rosas y claveles y escondido en el ramo... una ramita de amorosos y tiernos abrazos) YA SE QUE ES CURSI!!! besos...
Ahhh! no mame madamme! a esa edad y ya botando pretendientes! eso demuestra que era toda una proto H Hembra Alfa.
Desde aquella etapa sigue botando pretendientes? ya dele el si a alguno.
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